Puebla... ... esta soy yo, mi manera de ser, de actuar, de vivir, lo más profundo de mi ser, mis raíces... lo que más quiero, mi familia, mis amigos, los lugares de mi infancia y adolecencia... mis primeros amores, mis primeras lágrimas... mis cimientos, mis valores y creencias más profundas, mi piel, mi vestimenta diaria... en cada poro llevo a mi ciudad, sus colores, sus olores y sabores... su hermoso paisaje con el itza descansando y el popo vigilante y humeante a su lado... a esa ciudad que me vio crecer, que me protegió durante tantos años en sus brazos y que me fue dejando ir de a poco, con naturalidad, sabiendo que aunque estemos lejos estamos cerca, porque nos pertenecemos la una a la otra; sin ninguna presión de por medio, espera paciente mi regreso...
Barcelona......ciudad que acuna, que acoge con el calor, la dulzura y la sutileza de una madre... me recibió con los brazos abiertos desde el primer momento; todo se ve tan fácil cuando se está en BCN... todo es mágico, todo es posible... se juntan su belleza, su misterio, su historia... lo antigüo con lo moderno... la montaña y el mar... miles de culturas, de maneras de ser, de pensar... todo ello conviviendo con la mayor naturalidad y espontaneidad posible... ahí se respira cultura, diseño, arquitectura, creatividad, belleza... Barcelona para mi fue un hermoso sueño convertido en realidad, en una realidad liberadora, en un respiro para el alma... dicen que es una ciudad de paso, que son pocos los que se quedan ahí, tal vez sea cierto, pero también es cierto que quien pisa esta maravillosa ciudad, sin importar el tiempo de permanencia, se la lleva clavada en el alma y en el recuerdo...
Madrid...
Madrid......enorme, majestuosa y tan desconocida... me recuerda al cariño de un padre, quien te brinda seguridad, pero a la vez te inspira un profundo respeto... ofrece miles de oportunidades, siempre y cuando sepas comportarte a la altura, aprovechándolas y aceptando las responsabilidades que ello conlleva... Madrid es crecimiento, madurez... confusión e introspección en lo más profundo de mi ser... soledad que me obligó a tener el más bello de los reencuentros conmigo misma, con mis sueños, con mis miedos, con mis dudas e ilusiones... Si la ves de reojo puede parecerte una ciudad fría, incluso sin mucho sabor, pero al irte perdiendo en sus calles y al involucrarte con sus rincones más escondidos, vas encariñándote más y más con ella... vas descubriendo sus secretos y aprendiendo a quererla, a verla como un hermoso hogar...
